José Luis Sampedro y la VSP (Very Serious People)

Lo que hizo de José Luis Sampedro una figura excepcional no es sólo su brillante análisis de la realidad social (que era muy brillante), sino que puso ese análisis y todo su esfuerzo y capacidad de trabajo al servicio de sus conciudadanos. Su búsqueda constante del bien común y su espíritu de servicio a los demás le convirtieron en un líder moral para todos aquellos que piensan que es necesario un cambio radical en nuestra organización social. Liderazgo moral que creció enormemente en los últimos años de su vida, cuando era un nonagenario. La razón no entiende de edades, como demostró en una entrevista reciente, a sus 96 años.

 

José Luis Sampedro fue el antagonista perfecto, el reverso de lo que Krugman ha llamado la VSP (Very Serious People, con mayúsculas). La VSP son los políticos, tecnócratas, académicos, periodistas y adláteres que promulgan que hay que desarrollar una determinada política económica y social porque no hay alternativa, porque no hay otra, porque es la única posible. Ahora mismo la VSP desarrolla y/o defiende una política de deflación brutal de la economía y de reducción del gasto público, que implica el desmantelamiento del Estado del bienestar y un sufrimiento generalizado. Todo ello es “por nuestro bien”, “por el crecimiento futuro”, “para salir de la crisis”, porque “no hay dinero” o porque “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Y todo ello lo dicen muy seriamente, como Very Serious People que son.

 

Sampedro luchó toda su vida contra la deshumanización de la ciencia económica, una ciencia que debía de estar al servicio del hombre y sus problemas, como comentaba en una conferencia en el Ateneo de Barcelona en 1953 (¡!), y no al servicio de la VSP, de los intereses del capital, de la estabilidad de precios, o del tipo de cambio de una moneda. Sampedro pensaba que existían alternativas a esas políticas. Y existen.

 

Descanse en paz el humanista José Luis Sampedro.